jueves, 23 de agosto de 2012

Restos de papel

Males notícies (il·lustració de Shiori Matsumoto) Pinzellades al món
Esta brisa es tan pequeña que se ahoga en mis bolsillos. Es como este silencio que acaricio cuando trato de no dibujar mapas imposibles.

Es verano y se está vertiendo, de forma desmedida, por los balcones.

Estos días son tan vacíos que no hay forma de darles sentido. Es como si mis lápices no tuvieran grafito y las hojas se derritieran bajo mis manos.

Fulge el sol y no queda fósforo. No me sacia la sal. Escuece.

Mi voz disonante se consume, evaporándose con mi aliento. No es que te importe, lo sé. Es sólo que el olvido quema.

viernes, 11 de mayo de 2012

Nada que decir


Hay tanta luz que me escondo bajo mis enormes gafas de sol, como un búho de madera, de esos que antes coleccionaba. Siempre he tenido alma de vieja con síndrome de Diógenes, o de urraca. Ahora, supongo, colecciono un embrollo de palabras: que se han dicho, que se han ahogado, que he imaginado… de todo un poco. Los búhos, al menos, ocupaban espacio y se reivindicaban reales. Las letras… no sé.
Hace poco me dije, como tantas otras veces, que si tu voz ya no llega, seguiría al viento. Pero resulta que… cuando una es una veleta, los golpes de aire te agitan pero no te mueven.
A veces, con una elegancia fingida, trato de que no importe. Lo que sea. Cabeza alta… pero mi sombra se burla de mí. ¡Qué difícil!
Estos días arden, envueltos de un humo agotado que nos llena de hollín los pulmones. Cuesta gritar, con esta afonía gris. 

martes, 17 de abril de 2012

No soporto este vacío


No se esperar, aquí tan muerta como estoy, con las arrugas en la comisura de la boca.
Arrastro los pies, no trato de entender… ¿para qué?

La peonza da vueltas luchando contra lo irremediable: caer.
Odio el látigo que nos obliga a bailar arrítmicamente, como títeres acartonados e insulsos.

No tengo voz, se la han llevado.

Me sumerjo en mis letras,  en esta danza descompasada que empezó sin mí antes de que yo llegara… ¡qué embriagador! 
La cadencia que tienen los días me mecen o me empujan, a golpes.
No sé de nada. No trato de entender… ¿para qué?

Se llevaron mi voz, pero no lo que queda tras mis párpados.
Mi desnudez trivial y común.

No puedo esperar, atacando con todas mis fuerzas a la ley de la lógica y la inercia,
Llenando vasos en los que ahogarme, trepando a cucharadas de aire, intentando respirar.

Las noches pesan, con las mismas sombras una y otra vez. Los movimientos se vuelven metódicos. Ceremonias vacías.

¿Qué puedo hacer si estoy llena de ideas? ¿Cómo sobrevivo?

Grita. Grita. Grítame. Grita mi nombre.
Golpéate contra mí. Atácame. Muérdeme. No me dejes con vida.

¿Qué puedo hacer si cierro los ojos y acaricio la bella imposibilidad?

viernes, 16 de marzo de 2012

En movimiento...

Ruido de fondo; lo llaman música, voces, gente...
Noche extraña de descafeinado de sobre, falsa.
Eufemismos.

Etiquetas hechas de nada y encuentros de cristal: expuestos.
Tu y tu vida, tan lejos de la mía...
El viento y yo, revolcándonos, como dos colosos en un combate épico. Absurdo.

Mi fragilidad es la del agua...
te has perdido en el camino que hay entre el mar y la playa.

La marea. Lunática.

Tu cabeza, seguida de tu enorme sombra, nada en otro cuerpo, de otra sonrisa.
Tal vez, mas brillante, mas bonita, mas todo. Como sea, pero menos yo.

Ruido de fondo, ojos que me buscan, sonrisa vacía.
Fría noche de bruma, copas, hierba...

Me dejo columpiar en el extraño vaivén.

En movimiento.

viernes, 9 de marzo de 2012

sera' la bruma

O la noche.

La cerveza, las voces, la música.

Solo veo un desfile de máscaras.

No tiemblo, no corro, no sangro.
Mi sonrisa se esfuerza con ganas,
mientras escondo despacio
el puzle imposible.

Se ha perdido una pieza.
Estará en tu bolsillo, en alguno.

Yo me he quedado con los restos,
las migas y demás absurdos.
Lo que se olvida pero yo guardo.

Alrededor caretas.
Ojos q me miran, otros que me ignoran.

Mi sonrisa difícil se vuelve esquiva.

Necesito fuego, necesito aire.
Un incendio? Una pequeña llama?

Arder.
Hasta gritar.
Deshacerme.
Llorar.

Y así, tal vez,
pueda empezar de nuevo.

jueves, 16 de febrero de 2012

Cualquier cosa

¡Cuánta literatura por todas partes!
Letras desordenadas que lo cubren todo,
comas entre las ventanas.

¡Hay demasiados puntos en el suelo!
Apenas queda espacio para respirar,
no puedo mover los brazos

No hay forma de frenar
el inmenso silencio que empuja,
enredando mis preciosas flores.

No puedo saltar ese precipicio
con mis pies pequeños

La realidad, bocanadas de mentira.
¡Qué humo tan tóxico!

¿No ves a la estupidez bailando?
Apenas queda música que escuchar,
desafino canciones insulsas.

Un día de estos,
me perderé al girar cualquier esquina.