miércoles, 30 de marzo de 2011

Óxido

La muñeca mecánica, llora aceite.
En el enjambre de tuercas,
suena el viento.

Impotente, mueve sus piezas,
una tras otra, una tras otra,
siguiendo la pauta.

Entretiene.

Fría.

Un payaso de chapa,
amasijo de hierros inútiles.

No tiene nombre.

Baila, con su chirriar de reloj,
en un compás perfecto,
pesado, autómata.

Entretiene.

Grita.

Entretiene.

Va muriéndose,
en su coraza de hojalata;
gritando quejidos metálicos.

Entretiene. Entretiene, entretiene…

viernes, 18 de marzo de 2011

Todos, muertos.

Tras el cristal todos estamos muertos.
Hojas que se pudren,
Como pétalos siniestros asesinados entre páginas.

La arena cae, grano a grano,
enterrándonos,
asfixiando.

Lo que vemos,
no es más que una esfera plana,
la base del reloj de arena.

El cielo… llora tierra.

Salto.

Salto, con fuerza.

Estiro los dedos…

Nada.
Me miro, soy nada.
Un instante. Nadie.

Y tú, no me das aliento.

Di mi nombre. Di mi nombre.
Llámame.

Dame un segundo de eternindad.

sábado, 12 de marzo de 2011

una buena sorpresa

Algo que creía perdido para siempre...  .... El Fiero en KulturArt

http://www.lenett.info/chitipc/principal.html
 http://www.lenett.info/chitipc/lidon/elfiero/
http://www.nigawa.info/chitipc/lidon/elfiero/pers.html
http://www.nigawa.info/chitipc/lidon/elfiero/act1esc1.html

jueves, 10 de marzo de 2011

los papeles mojados no pueden gritar

Lo malo de ser una heroína de cómic, es que a veces pierdes las manos, las orejas o cualquier cosa…
y cuando quieres arreglarlo, igual te has puesto un cazo como pié. No hay forma de andar rápido.

También está eso de tener sólo dos dimensiones que en cuanto sopla la más leve brisa, sales volando sin control.
O que cuando te mojas, te emborronas y desapareces. Por mucho que te redibujes, nunca vuelves a ser igual.
Y luego, que nadie te toma en serio.

A veces te guardan en una funda de plástico, asfixiándote.

También tiene cosas buenas. Puedes vestir de colores chillones y a todo el mundo le pareces genial.

Pero sabes en el fondo, que no puedes quitarte el traje de superhéroe, porque nadie se acordó de dibujar una persona debajo.

martes, 8 de marzo de 2011

tiritas

De todo se aprende, eso dicen. Pero yo me doy golpes una y otra vez. ¿Tendré un peculiar sentido de la gravedad?
Voy a coleccionar tiritas, para empapelarme toda, y hacerme una armadura acolchada de colores.
Hoy escribo por escribir, como quien habla por hablar. Es el viento. Y el cansancio.
Mis neuronas están aletargadas, se han ovillado en un individualismo imposible. No hay comunicación.
Hay días que son nada.

Me gusta el sol. Cuando se ofrece día tras día, alimentándome y quitándome ese frío mortecino que me sale de dentro.
Aprovecho tanta generosidad guardando muy dentro las letras, universos inmensos. Mientras tenso los músculos en el anhelo de un abrazo, que se ha quedado perdido en el tiempo, pero dibujado con tanta nitidez que el olvido no ha podido robarlo.
Tal vez no es cierto que escriba por escribir. La nada siempre está llena. Y yo, soy ruido.

jueves, 3 de marzo de 2011

De egos, fantasmas y anhelos...

Tengo un frasco, hecho del material con el que se crean los pensamientos, que recoge las gotas de ilusión, la esperanza, las luces, las sombras, lo que no te he escrito, lo que he escrito y no te he enseñado…
es un enorme cajón de sastre que tengo para no asustarte.
Mi propia cueva de piratas. Dónde ahogarme a la merced de olas gigantes, mientras me desangran las expectativas, los sueños, mis marañas. Prometeo.
A veces, sólo soy la cerillera, que muere congelada en un rincón oscuro y helado, de cualquier ciudad, cuando se le apaga la última cerilla.

Deseo

Tu voz, grabada en mi memoria, aún me estremece.
Es una suave brisa de noche calurosa de verano, 
una ensoñación, que canta palabras medio susurradas.

Un recuerdo frágil y tierno, que abrazo con mimo, para que no se quiebre.
Que guardo, mío. Y tuyo, si lo recuerdas y lo meces como yo lo hago.

Delicado.

Desdibujado, de tanto que lo he ido remendando, en la ausencia.
Doloroso, porque por mucho que lo acune, 
no es más que un eco lejano de ti.

¿Cuándo digo tu nombre, me oyes?