De pronto, la imagen del espejo me grita: ¡¿dónde estás?!
Y no puedo responderle.
Persigo un cometa que se aleja de mí y que me golpea con el hielo que desprende.
Miro a mi alrededor… me he caído y todo está al revés.
Sólo puedo decir que estoy cansada de sembrar en el desierto.
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