lunes, 11 de julio de 2011

Me engaño

Me engaño.

Voy devorando sombras,
para hacerme un vestido de aire.
Giro.
Mirando su vuelo.

Al crecer se acumulan pliegues,
pero los ojos siguen, cafés.
Salto.
Mirando al cielo.

Como quien estira los dedos para alcanzar un sueño…

Es sólo que mis dibujos agonizan y las palabras se amotinan,
¡qué difícil nadar contra el silencio!

Pequeñez que aprisiona a mi cuerpo de por sí enjuto…
Amasijo de hierros

Cuento mis dedos, sus huesos, sus minúsculas venas…
con mis yemas, sonrosadas, que tocan torpes los días que pasan,
tratando de contar…

Y escribo, desde este vacío inmenso encerrado a presión en el espacio pequeño que me dejas,
como un torrente seco que espera la lluvia para desbocarse… sin orden, sin pensar. Absoluta nada.

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