domingo, 31 de julio de 2011

Ruido

Cuando llega la noche y todo su peso, mientras das vueltas en tu órbita desordenada, cae de golpe toda la distancia sobre ti, te aprisiona los huesos, no sale la voz…
Todos esos ruidos no te tocan, todas esas luces no te templan.
Caerás.

Un vaso. Un vaso trasparente, común, inocuo, simple, que cae, se barre, se tira, se olvida. Inútil, no cumplió su función, no sació.

Cuando atardece como hoy, con tanta luz, con tanta luz absurda que no ilumina, que no llega dentro, que no llena el vacío, que no sabe hablar, que no sabe apreciar, que no sabe mirar…
Sales corriendo esperando que no te alcancen, todas esas caras, todas las sonrisas, todos los nombres…
No forman palabras.

Ruido.

No puedes verme, detrás de todo como estoy, bajo de todo como estoy.

Un vaso. Un vaso trasparente, común, simple, que acumula aire, olvidado en un lugar sin función, perdió su nombre, se olvida. Inútil. Deja de existir.

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